Fotolibro Un barrio saliendo del barro

17 06 2024
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Hola Caníbales, 

Aquí Javier Vaquero de LaInterseccion.net y otras cositas varias. 

Os escribo, después de hablar con Dani, porque tengo una propuesta que haceros. Estoy comisariando y produciendo una expo de fotos de mi padre que se llama Un barrio saliendo del barro. Es una expo de las casas bajas de Vallekas entre el 79 y el 84. 

La expo está siendo un éxito de público y mucha gente nos está comentando que molaría mucho que hiciéramos una publicación. A nosotras nos apetece mucho y creo que podríamos hacer un buen fotolibro. 

Me molaría hacerlo con una editorial y he pensado en vosotras. Así que mi propuesta es ver cómo os suena la idea de editar conjuntamente este fotolibro y ver dónde nos lleva esto. 

Creo que lo más efectivo, si os interesa la idea, sería hacer una reunión y hablar largo y tendido sobre ello. 

Comentadme qué os parece. 

Un abrazo!

Javier

Nada más recibir este email, fuimos a ver la exposición que en ese momento se encontraba en el Centro Cultural Paco Rabal de Palomeras Bajas en Vallekas. 

Una sala repleta de adolescentes haciéndose selfies buscando sus casas en los mapas y vecinxs del barrio leyendo atentamente las cartelas que acompañaban las fotografías. Sentimos rápidamente que esta emoción general sobrepasaba el espacio expositivo. 

Una historia contada a partir de la vivencia del Santi conseguía reflejar una memoria colectiva de la época, haciendo que todas esas personas que visitaban la exposición se revelaran como protagonistas de este archivo del barrio. Además, el instagram @unbarriosaliendodelbarro se convertía en una colección de testimonios compartidos por lxs habitantes de las casas bajas de Palomeras y de Vallekas en general, que en muchos casos, vivieron en primera persona o a través de su historia familiar esta realidad, incluso siendo retratadxs por Santi más de 40 años atrás. La idea de editar este fotolibro surge de todas estas personas, tal como indica Javi en este artículo de El Salto Diario:

“Como la propia exposición había sido un encuentro donde la gente compartía sus experiencias retratadas en las fotos o similares, nos pareció natural tener un fotolibro que recuperase no solamente las fotos sino también esas historias.”

Desde Kit Caníbal, tuvimos claro cómo proceder para dar cuerpo a este fotolibro. Planteamos un crowdfunding que representase directamente a todas esas personas que se sentían parte de esta historia (todavía seguimos sin poder creerlo, contamos con el apoyo de 308 cofinanciadorxs 🙂 ).


Un barrio saliendo del barro es la apuesta por la reconstrucción de la historia del asociacionismo en Vallekas a través del retrato de manifestaciones, asambleas, encuentros, festivales de música y otros eventos que permearon y transformaron las formas de hacer de los movimientos políticos-sociales del momento. Asimismo, es una historia contada desde dentro, desde la cotidianidad de algunxs de sus habitantes, sobretodo mujeres, que nos ayudan a reflexionar sobre el valor inmaterial y los saberes populares: cómo se relata la historia, quién la relata y cómo se puede crear de manera colectiva un archivo que nos represente a todxs. Además, trasladar aquellas problemáticas sobre el acceso a la vivienda en la realidad urbanística de las casas bajas de Palomeras Bajas de Vallekas y reflejar la complejidad que aportaron todos aquellos movimientos políticos de la época junto al germen asociativo que generaron esas condiciones de vida retratadas por Santi: luchas obreras, conciencia de clase, autogestión, etc. y reactualizar cómo se reinventa esta participación ciudadana en las luchas de hoy poniendo en valor la defensa de lo colectivo, tan denostado actualmente por ciertos bloques ideológicos.

Local Hijos del Agobio de Santi Vaquero

Durante la edición de este fotolibro, ha sido muy enriquecedor encontrar analogías con otros procesos urbanísticos como el de la ciudad de Bilbao el cual nos explica Iñigo López Simón en su libro Este barrio de barro (2023) editado por Txalaparta:

“(…) Las enormes masas migrantes que huyeron del campo a la ciudad se encontraron con un grave problema al llegar a estas: la escasez de vivienda. (…) Esta gente construyó sus viviendas de forma precaria sobre terreno no urbanizable, que podía ser tanto público como privado, vendido como alquilado de manera ilegal. Las chabolas se construían de noche, ya que si cuando amanecía la construcción tenía un techo, la Policía Municipal no podía derribarla. O al menos eso era lo que decía la creencia popular que se difundió entre quienes llegaban a estos barrios, a pesar de que no se ha encontrado ley ni escrito oficial alguno que confirme este mito. Apoyados en esta ley no escrita, una vez construida la chabola procedían a ensuciar las paredes por fuera para que pareciera que llevaba mucho tiempo en pie. (…)”

Javi nos mandó un manuscrito que nos emocionó. Una correspondencia entre padre-hija que fue parte de la performance realizada en La Quinta del sordo de Madrid. La acompañan una serie de testimonios de mujeres que consideramos los cimientos de estas casas. Iñigo López Simón también nos explica las redes de apoyo que construyeron:

“(…) La influencia de las mujeres no fue baladí a la hora de encender la conciencia colectiva en los barrios de chabolas. Se dedicaron a coser y tejer redes vecinales en sus actividades diarias. Ellas eran las responsables de la educación de los niños, de la transmisión de conocimientos, reglas y valores. Se cuidaban las unas a las otras, así como a los hijos de otras familias. La ayuda entre ellas también era común a la hora de hacer la compra; a veces, si una de ellas necesitaba dinero le fiaban pensando que en otra ocasión pasaría lo contrario. (…) Estos pequeños gestos de solidaridad que se escondían dentro de la rutina diaria creados por las mujeres serían la base de la conciencia vecinal que luego emergería. Después de todo, fueron quienes sentaron las bases para el funcionamiento diario de los barrios. Eran las representantes de la familia, las responsables del desarrollo positivo del barrio. Asimismo, ante la falta de infraestructura y de servicios básicos, las carencias fueron reemplazadas con las actividades de las mujeres. Ellas mismas cuidaban la chabola, la reparaban, llevaban agua y comida a casa; ellas crearon las primeras redes de apoyo mutuo. Por otro lado, con tantas mujeres jóvenes, era muy común parir en el propio barrio. Ningún médico subía a las chabolas y las mujeres del barrio asumían el papel de matronas. (…)”

El objetivo con este fotolibro tal como indican Javi y Santi, es el de resaltar sus luchas y hacer un homenaje a esas mujeres que levantaron las casas bajas.

Casas Bajas de Santi Vaquero

Desde la amistad y la cercanía ha nacido esta primera colaboración para dar forma a nuestra nueva colección de fotolibros llamada Coral Labor. El proceso de editar siempre es un reto intenso lleno de aprendizajes y en esta fase final en la que nos encontramos, sólo queremos agradecer a todas las personas que se han involucrado, tanto o más que nosotrxs, comprendiendo la importancia de poner en valor estas fotografías para recuperar la memoria que despiertan

Después de muchos meses de trabajo, el fotolibro Un barrio saliendo del barro se presentará próximamente en el mismo lugar donde nació, teniendo en cuenta las palabras de Santi en nuestro primer encuentro: 

“Mi ilusión y mi objetivo es entregar las fotografías a sus verdaderas y verdaderos dueños, que son la gente vallecana y a Vallekas en sí.”  

Estad atentxs para asistir y seguir construyendo juntxs la historia de las periferias. Os adelantamos que habrá sorpresas. 

Autorx: Ana Arias Ruiz